¿Qué es una casa pasiva?

Una casa pasiva es una vivienda diseñada para consumir muy poca energía y ofrecer un confort térmico óptimo durante todo el año sin recurrir a sistemas de climatización convencionales. El término proviene del estándar Passivhaus, creado en Alemania a finales del siglo XX, y se ha convertido en uno de los referentes mundiales en construcción sostenible y eficiencia energética.


Este tipo de vivienda funciona con un principio básico: aprovechar al máximo los recursos naturales, como la luz solar y la ventilación, y minimizar las pérdidas de calor o frío mediante un diseño eficiente, materiales de altas prestaciones y una ejecución precisa. A diferencia de otros sistemas, una casa pasiva no necesita grandes inversiones en tecnología para consumir menos; lo logra desde la raíz del diseño arquitectónico.

Una casa pasiva es una vivienda construida para consumir un mínimo de energía, mantener el confort térmico todo el año sin calefacción ni aire acondicionado convencional, y reducir al máximo el impacto ambiental mediante un diseño ultraeficiente.

1. ¿Qué diferencia a una casa pasiva de una casa convencional?

Mientras que las viviendas tradicionales dependen de sistemas de calefacción o aire acondicionado para mantener condiciones confortables, una casa pasiva reduce esa necesidad casi a cero. Lo consigue gracias a:

  • Una envolvente térmica excepcionalmente bien aislada.

  • Ausencia casi total de puentes térmicos.

  • Ventanas de triple acristalamiento con altas prestaciones.

  • Ventilación mecánica controlada con recuperación de calor.

  • Un diseño compacto y orientación adecuada al sol.

En otras palabras, la casa está tan bien protegida del exterior y tan bien diseñada internamente que la temperatura se mantiene estable durante todo el año, sin importar si en el exterior hay 5 °C o 35 °C.

2. Origen del estándar Passivhaus

El concepto de Passivhaus fue desarrollado en 1991 por el físico alemán Wolfgang Feist y el profesor sueco Bo Adamson. Su objetivo era encontrar una forma de construir viviendas que apenas necesitaran calefacción o refrigeración. Para ello establecieron un sistema de certificación con unos criterios técnicos estrictos, entre los que se incluyen:

  • Demanda de calefacción menor a 15 kWh/m² año.

  • Hermeticidad al aire de máximo 0,6 renovaciones por hora.

  • Demanda de energía primaria total por debajo de 120 kWh/m² año.

  • Puentes térmicos prácticamente inexistentes.

Este estándar ha sido replicado en miles de edificios en Europa y América, y se ha adaptado a diferentes climas, demostrando que no se trata de una moda, sino de una solución viable, económica a largo plazo y eficaz.

3. Cómo funciona una casa pasiva

El secreto de una casa pasiva está en su sistema de equilibrio térmico natural. A través de un aislamiento reforzado, ventilación controlada y optimización solar, la vivienda genera su propio confort sin gastar apenas energía.

Por ejemplo, durante el invierno, la casa retiene el calor que se genera internamente (cocina, personas, electrodomésticos) y lo complementa con la radiación solar. La ventilación con recuperación de calor mantiene el aire limpio sin perder temperatura. En verano, gracias a protecciones solares, orientación y aislamiento, la casa se mantiene fresca evitando sobrecalentamientos.

Además, el sistema de ventilación mecánica no solo controla la temperatura, sino que también garantiza una excelente calidad del aire, filtrando polvo, alérgenos o polución.

4. Ventajas de vivir en una casa pasiva

Los beneficios de este tipo de vivienda son múltiples, y no solo económicos. Entre ellos destacan:

4.1 Ahorro energético

Una casa pasiva consume hasta un 90 % menos de energía que una casa tradicional. Esto se traduce en facturas más bajas, mayor independencia de combustibles fósiles y una vivienda preparada para un futuro con costes energéticos crecientes.

4.2 Confort continuo

La temperatura interior se mantiene estable todo el año, sin corrientes, sin puntos fríos y sin necesidad de estar encendiendo y apagando sistemas de climatización. Incluso en los días más extremos, la vivienda se siente confortable sin apenas intervención.

4.3 Salud y calidad del aire

Gracias a la ventilación mecánica con filtros, el aire interior es limpio, sin partículas, sin humedad excesiva y con renovación constante. Esto mejora notablemente la calidad de vida, especialmente en personas con alergias, asma o problemas respiratorios.

4.4 Sostenibilidad y reducción de CO₂

Las casas pasivas contribuyen a reducir la huella de carbono del sector residencial, uno de los más contaminantes del planeta. Según la Agencia Internacional de Energía, los edificios representan más del 30 % del consumo energético mundial y un 28 % de las emisiones de CO₂. Construir bajo criterios Passivhaus es parte de la solución.

5. ¿Cuánto cuesta construir una casa pasiva?

Una de las dudas más frecuentes es si una casa pasiva es más cara. La respuesta es que, en términos de inversión inicial, puede suponer un 5 % a un 15 % más que una casa convencional. Sin embargo, ese sobrecoste se amortiza en pocos años gracias al ahorro en energía.

Además, muchos países y comunidades autónomas ofrecen subvenciones, deducciones fiscales y ayudas para la construcción de viviendas energéticamente eficientes, lo que reduce aún más el diferencial.

6. ¿Y en España, se pueden construir casas pasivas?

Sí, y cada vez más. El estándar Passivhaus se adapta a climas cálidos como el mediterráneo o el continental, siempre que el diseño se ajuste a las condiciones locales. En España existen ya centenares de viviendas certificadas, y cada año crecen los proyectos que siguen estos principios.

De hecho, el nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE 2019) obliga a que todas las viviendas de nueva construcción sean Edificios de Consumo Casi Nulo (ECCN), un paso muy cercano al estándar Passivhaus.

Además, varios estudios de arquitectura y constructoras especializadas ofrecen ya soluciones personalizadas para lograr casas pasivas en cualquier zona de la península. (passivhaus.es)

7. ¿Se puede hacer una reforma para convertir una casa en pasiva?

Aunque más complejo, sí es posible. Se trata de lo que se conoce como «EnerPHit», una variante del estándar Passivhaus aplicada a rehabilitaciones profundas. Este tipo de reforma exige:

  • Aislamiento exterior e interior reforzado.

  • Sustitución de carpinterías.

  • Mejoras en puentes térmicos.

  • Sistema de ventilación mecánica.

  • Control de infiltraciones de aire.

No siempre se logra cumplir con todos los requisitos del Passivhaus original, pero sí se consiguen reducciones de consumo de entre el 60 y el 80 %.

8. ¿Quién certifica que una casa es pasiva?

La certificación oficial Passivhaus solo puede emitirla el Passivhaus Institut de Alemania o técnicos acreditados. Para conseguirla, el proyecto debe cumplir con todos los requisitos técnicos, superar ensayos de hermeticidad (blower door test) y demostrar que la demanda energética es realmente baja.

No obstante, muchas viviendas no certificadas aplican los principios de diseño pasivo con resultados muy similares, aunque sin el sello oficial. La clave es que el diseño se realice desde el principio con criterios de eficiencia.

9. ¿Cómo saber si una casa pasiva es adecuada para mí?

Si buscas una vivienda confortable, eficiente, saludable y preparada para el futuro, una casa pasiva es una excelente opción. Aunque requiere planificación, el resultado es una casa que genera bienestar desde el diseño, sin depender del uso intensivo de sistemas mecánicos y con una vida útil muy superior a la media.

Especialmente si te preocupa el medio ambiente, el coste de la energía o la salud interior de tu hogar, este tipo de construcción ofrece ventajas reales y demostradas.

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