Durante décadas, el lujo en arquitectura se ha asociado a materiales pesados, brillantes y costosos: mármol pulido, maderas exóticas o piedras nobles cuidadosamente labradas. Sin embargo, el nuevo lujo que domina las residencias contemporáneas se aleja del exceso ornamental y busca algo más sutil: superficies que transmitan calma, texturas que evoquen bienestar y materiales capaces de dialogar con la luz de manera honesta. Hoy, la idea de lujo no consiste en mostrar, sino en sentir.
En este paisaje cambiante, materiales como el microcemento, la piedra sinterizada, los morteros minerales o los acabados continuos han ganado protagonismo. No porque sean más económicos sino porque responden mejor al estilo de vida actual: flexible, sostenible y en busca de espacios coherentes y sensoriales.
1. El mármol: del símbolo clásico al nuevo minimalismo pétreo
El mármol no desaparece; se transforma. Ya no se utiliza como revestimiento masivo, sino como acento expresivo. Las vetas dramáticas de estos materiales, como el Calacatta Viola, convierten en lienzos escultóricos que actúan como focos visuales: una isla de cocina monolítica, un lavabo tallado en bloque o un pavimento que se funde con la pared en un gesto continuo. La clave actual en el uso de estos materiales está en el contraste, en combinar los mármoles con texturas mate y superficies más contenidas, permitiendo que su presencia sea poderosa sin resultar ostentosa.
2. Microcemento: continuidad espacial y lujo silencioso
El auge del microcemento responde a una necesidad fundamental: la continuidad. Sin juntas, sin interrupciones, sin ruido visual. Este material genera espacios que fluyen, que se expanden y que transmiten una sensación de calma difícil de conseguir con revestimientos tradicionales.
Su estética ligeramente imperfecta, casi artesanal, introduce un lujo silencioso, más cercano al tacto que al brillo. Además, su versatilidad lo convierte en uno de los materiales estrella del nuevo interiorismo residencial, siendo apto para baños, cocinas, mobiliario y exteriores.
El lujo ya no se mide por la rareza del material, sino por la calidad de la experiencia.
Valhauss – Oporto, Portugal. Diseñado por Cabana Partners
3. Piedra sinterizada y superficies técnicas
La aparición de superficies como Dekton, Neolith o Lapitec ha revolucionado el diseño de cocinas y espacios de alto uso. Estas superficies técnicas imitan mármoles o piedras naturales con una precisión estética extraordinaria, pero ofrecen prestaciones superiores: resistencia al calor, a las manchas, a los impactos y a la radiación solar.
En el nuevo lujo, la belleza debe ser funcional. Estas superficies permiten diseños extremadamente puros: encimeras finas, lavabos integrados, panelados continuos y piezas de gran formato que reducen juntas y elevan la percepción del espacio.
4. Maderas tratadas y tonos naturales: calidez sofisticada
En la madera, el lujo no está en la especie. El tratamiento de la madera (desde robles blanqueados hasta nogal ahumado, cada acabado contribuye a crear atmósferas cálidas y meditativas) cobra protagonismo, siendo común el uso de maderas tostadas, cepilladas o tratadas térmicamente que acentúan su veta y aportan un carácter más orgánico. Combinadas con superficies minerales mate, las maderas generan un equilibrio perfecto entre naturalidad y sofisticación.
5. Morteros minerales, cales y arcillas: el regreso del tacto
Los revestimientos artesanales en base de cal o arcilla se asocian a un lujo sensorial: superficies que respiran, que muestran matices y variaciones, que se sienten vivas. Estos materiales permiten obtener muros aterciopelados y texturas que reaccionan de forma sutil a la luz natural.
En el nuevo lujo, los materiales dejan de ser un signo externo de estatus para convertirse en herramientas que elevan la experiencia cotidiana. Mármol, microcemento, madera y superficies técnicas conviven para crear espacios sensoriales, calmados y profundamente humanos. Su valor ya no está en el exceso, sino en la capacidad de generar atmósferas honestas, táctiles y duraderas.
En Cabana, trabajamos con esta misma mirada: seleccionar materiales que no solo definan un estilo, sino que construyan una forma de habitar. Materias que envejecen bien, que aportan coherencia al proyecto y que transmiten esa elegancia silenciosa que hace que un espacio se sienta verdaderamente único.
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Cabana Team
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