Cuando alguien decide reformar su vivienda completamente, surge inevitablemente la gran pregunta: ¿cuánto tiempo se tarda en hacer una reforma integral? La respuesta no es tan sencilla, ya que cada obra depende de múltiples factores, como la superficie del inmueble, el tipo de trabajos incluidos o la coordinación de gremios.
Aun así, existen tiempos medios de referencia que pueden ayudarte a planificar de forma realista. En este artículo explicamos, paso a paso, los plazos aproximados, qué etapas influyen más, cómo anticipar imprevistos y qué hacer para no eternizar las obras.
Una reforma integral de vivienda suele tardar entre 3 y 5 meses de obra activa. Sin embargo, incluyendo diseño, permisos y planificación, el proceso completo puede superar fácilmente los 6 meses, según la complejidad y organización.
1. Qué significa exactamente el “tiempo total” de una reforma
Para saber con claridad cuánto tiempo se tarda en hacer una reforma integral, hay que distinguir entre dos conceptos: el tiempo de ejecución (es decir, los días de obra real) y el tiempo total del proyecto, que incluye todo lo que ocurre antes y después del trabajo físico.
Desde la primera visita del arquitecto hasta la entrega final, pueden pasar muchos más meses de lo que uno imagina. No solo se trata de poner manos a la obra: hay que diseñar el proyecto, pedir presupuestos, solicitar licencias, elegir materiales, gestionar los oficios y controlar cada detalle para que nada se desvíe del plan inicial.
Según datos de (2024), solo la parte de obra activa en un piso de 90-100 m² puede llevar entre 12 y 16 semanas, siempre que no haya complicaciones. Pero si sumamos planificación y permisos, el plazo completo se acerca más a los 6 o 7 meses reales.
2. Factores que determinan cuánto tiempo se tarda en hacer una reforma integral
Lo que más condiciona la duración de una reforma integral no es solo el tamaño del piso, sino su estado previo y el nivel de transformación que se busca. Cuando se trata de viviendas antiguas, con instalaciones obsoletas o patologías estructurales, los plazos se alargan por pura necesidad técnica.
También hay factores logísticos: si se deben encargar materiales a medida, si los gremios no están bien coordinados, si los permisos municipales se retrasan o si aparecen sorpresas tras el derribo. Cada día de espera o ajuste suma semanas al calendario final.
Otro punto importante es la disponibilidad del cliente para tomar decisiones. Elegir a tiempo los acabados, firmar presupuestos o resolver dudas con rapidez evita parones innecesarios. Por eso, se recomienda contar con un único interlocutor técnico que organice todo el proceso.
3. ¿Cuál es el plazo medio en España?
Las estimaciones varían, pero en la práctica, si te preguntas cuánto tiempo se tarda en hacer una reforma integral, estos son los plazos más habituales:
Para un piso medio (≈ 90 m²): entre 3 y 5 meses de obra real.
En viviendas grandes o unifamiliares: de 4 a 6 meses, o más si se toca estructura.
En proyectos bien organizados con todos los materiales previstos: es posible reducir a 10-12 semanas, aunque es poco común.
Según el estudio de (2025), el plazo estándar para una reforma completa, incluyendo acabados e instalaciones, ronda las 15 semanas de trabajo. Esto siempre que no haya retrasos por materiales o cambios de criterio por parte del cliente.
4. El impacto de la coordinación entre gremios
En muchas obras, lo que más alarga el calendario no es la ejecución de tareas, sino la falta de solapamiento inteligente entre oficios. Por ejemplo, si el fontanero termina antes de lo previsto pero el albañil llega tres días tarde, se pierde una semana entera. Por eso es clave que haya un técnico responsable ya sea interiorista, arquitecto o jefe de obra que gestione los tiempos como un director de orquesta.
La coordinación marca la diferencia entre una obra que dura tres meses o una que se alarga hasta seis. Las empresas que ofrecen gestión integral suelen tener cronogramas detallados y procedimientos ajustados para evitar estos cuellos de botella.
5. Viviendas pequeñas: ¿realmente son más rápidas?
Parece lógico pensar que cuanto más pequeña es la vivienda, menos tiempo requiere. Y aunque es cierto en parte, no siempre se cumple. Una reforma integral implica tareas mínimas comunes (instalación eléctrica, fontanería, albañilería, pintura, licencias) que llevan tiempo aunque el espacio sea menor.
Además, algunas partidas no se reducen proporcionalmente. La coordinación, los permisos o el tiempo de secado de ciertos materiales son iguales en 60 que en 100 m². Por eso, muchos profesionales estiman un plazo mínimo de 10 semanas incluso en viviendas pequeñas.
6. Imprevistos: el gran enemigo del calendario
Aunque todo esté bien planificado, es habitual que surjan sorpresas durante la obra: tuberías rotas, cableado en mal estado, muros que no se pueden derribar, humedades ocultas, materiales que no llegan a tiempo… Por eso, cuando se calcula cuánto tiempo se tarda en hacer una reforma integral, conviene añadir un margen de seguridad de al menos un 15 % adicional al plazo inicial.
Este colchón permite absorber retrasos sin comprometer la entrega final, y sobre todo, evita frustraciones al cliente. Las empresas serias suelen ser realistas desde el primer momento y advierten que, aunque se intente cumplir el plazo pactado, hay variables fuera de control.
7. Consejos para no eternizar tu reforma
Si quieres que tu reforma integral se termine en plazo, estos consejos pueden marcar la diferencia:
Define bien el proyecto desde el inicio. Cuanto más claro esté el alcance, menos cambios surgirán después.
Elige los materiales antes de empezar. No esperes a mitad de obra para decidir revestimientos o grifería.
Asegúrate de que todo esté en stock o con fechas de entrega fiables.
Contrata una empresa con experiencia en reformas integrales, no varios gremios por separado.
Confía en la dirección técnica y evita intervenir continuamente en decisiones ya pactadas.
Y sobre todo, mantén una comunicación fluida con el equipo de obra. Las decisiones rápidas evitan semanas de retraso.
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Cabana Team
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